En el artículo de hoy te contaremos algunos consejos para dormir mejor y así lograr el equilibrio mental y corporal necesario.
Como habrás podido comprobar durante la cuarentena, se nos han descuadrado los horarios y esto trae consecuencias: dejamos de hacer actividades, comemos peor o no podemos descansar como nos gustaría.
Por eso, unos buenos hábitos de sueño son esenciales para mantener una buena salud; aunque no siempre es fácil poner en marcha esta lista de cosas, especialmente si aparecen problemas como el insomnio.
Este es un problema del sueño que se caracteriza por la incapacidad para dormir, despertares continuados durante la noche o despertares tempranos con incapacidad para volver a dormir, durante 3 o más meses.
Hay que tener cuidado porque, a veces, requiere de la ayuda de un profesional, ya que podría ser síntoma de otras patologías, como depresión o ansiedad.
Por eso, vamos a hablar de la higiene del sueño y queremos darte algunos consejos para dormir mejor, disminuyendo los problemas relacionados:
- Intenta acostarte y levantarte a la misma hora.
- Evita las siestas o haz que sean cortas, como máximo de 30 minutos.
- Fija unos horarios para la alimentación. No hagas cenas copiosas y espera alrededor de 1 hora para acostarte.
- Sigue una rutina antes de irte a la cama: date una ducha de agua caliente, lávate los dientes, lee un poco… tu cuerpo sabrá que se acerca el momento de dormir.
- No uses el móvil cuando te vayas a la cama.
- Haz deporte varias veces a la semana, pero no lo hagas dos horas antes de irte a dormir, ya que no querrás activarte.
- Evita la nicotina y tomar bebidas con cafeína y alcohol, especialmente a final de la tarde y por la noche.
- Prepara el ambiente de tu habitación para que te ayude a dormir. Ten en cuenta la temperatura y los ruidos excesivos.
- Si no consigues dormirte pasados unos 20 minutos, levántate y haz algo relajante. Vuelve a la cama cuando tengas sueño de nuevo.
Si nos centramos en los menores, es imprescindible que cuenten con una rutina de sueño, ya que esto les ayudará a saber lo que tienen que hacer y sabrán estructurar muy bien el “qué pasará”. Cualquier rutina, o lista de pasos, les permite ser más autónomos, responsables e ir desarrollando su capacidad de anticipación.
Un ejemplo de rutina de sueño infantil podría ser el siguiente: dar una ducha o baño a los más pequeños; tras esto, recogerlo de manera conjunta (así empiezan a tener responsabilidades adaptadas a su edad), después cenar y recoger y, por último, hacer una actividad relajante. Cuando llegue la hora de dormirse: beber agua, ir al baño y lavarse los dientes, acostarse y leer un cuento (o ayudarle si ya sabe leer). Una vez terminado, se le avisa de que ya es la hora de dormir y se le deja en la habitación, con unas condiciones ideales que ayuden a dormir mejor.
Y tú, ¿tienes algún truco o recomendación? ¡Cuéntanos!